Shambhala

La cima de uno mismo

 “Vive tu vida como si subieras una montaña. De vez en cuando mira la cumbre, pero más importante es admirar las cosas bellas del camino. Sube despacio, firme, y disfruta cada momento. Las vistas desde la cima serán el regalo perfecto tras el viaje.”

Harold V. Melchert

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Durante mi gira promocional por el Perú, tuve la oportunidad de recorrer distintos lugares con paisajes y sensaciones diversas, pero debo confesar que uno de los lugares que me cautivo desde su ruta por las Cordilleras de los  Andes fue Huancayo…Es un viaje peculiar, en pocos kilómetros pasas de estar a nivel del mar, a una altura de 4818 metros; es un recorrido que se puede hacer también por tren, después de la ruta de Qinghai y Tíbet que alcanza 5072 metros que es el más alto del mundo; el Tren que va de Lima a Huancayo tiene la estación ferroviaria más alta del mundo en Ticlio (La Galera).

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El frío de la altura y los vientos que soplan definitivamente me atizaron el alma y el soroche o mal de altura, inmediatamente se hizo presente; pero siguiendo los consejos de mi buena anfitriona en este aventura, lleve en mi mochila viajera bolsitas de caramelos y hojas de coca.  Aunque les confieso que poco antes de llegar a la ciudad de Huancayo me pegue una verdadera nota, la experiencia de desrealización entre el efecto de la altura y las hojas de coca  se me hace indescriptible.

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Una vez estando en Huancayo y después de cumplir con la agenda de promoción en radio y tv, nos quedó un tiempo libre el cual aprovechamos para visitar un sitio mágico TORRE TORRE, un lugar que semejan castillos de arcilla roja formados por la lluvia y el viento, que desgastó el terreno durante cientos de años; También llamadas Chimenea de Hadas o señorita con tocado, son tantas que da la impresión estar en un laberinto.

La arcilla siempre me creara una conexión a la creación, por momentos recordé tanto a mis compañeros y profesor de mi clase de cerámica, cuando solíamos hacer giras para extraer la arcilla como trabajo de campo e investigación y pensé ¡seguro estarían maravillados en este lugar de ensueño!

El paisaje es hermoso con esa sensación de serenidad que me transporto por momento hasta Shambhala (la cima de uno mismo).

Podría pasar todo un día, con sus horas muertas en este  bosque místico en el que se respira paz y naturaleza.

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Cada viaje es diferente puedes volver al mismo país, incluso al mismo sitio una y otra vez, pero las experiencias, las emociones y las sensaciones siempre serán distintas , lo que hace la diferencia son nuestros sentimientos y las personas que se van cruzando en nuestro camino, que muchas veces con un gesto sencillo y sincero hacen que el momento se vuelva magia.

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Si deciden visitar o volver a Perú les recomiendo conocer Huancayo ya sea por carretera o por tren.

Huancayo se ha convertido en uno de mis lugares favoritos, que se gesto en mi  ser mientras viajaba,  ahora es una asignatura pendiente…Me falto tanto por conocer y vivir, que ya quiero volver.

Gracias a Sherly por mostrarme con tanta pasión esos matices de su natal Huancayo, regalo que siempre atesorare.
#pasiónporlavida