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En una noche de vino, quesos, melones y una platica amena con

Noelia, Danubis, Eleonor y Alejandra. (productoras, creativas, artistas, instructora de yoga y amigas).

Entre risas, anécdotas, cartas del tarot de Osho; aparecieron las pequeñas quitapenas, que Noelia había traído de su reciente viaje a Guatemala y nos dio a escoger un par a cada una.

Meses después por trabajo me toca viajar a Guatemala, en mi tiempo libre recorriendo Antigua, vuelvo a conectar con las famosas quitapenas.

Los muñecos o muñecas quitapesares o quitapenas son originarias de Guatemala y tienen el poder de escuchar y resolver nuestras penas, tristezas y problemas.

De acuerdo al folklore, el muñeco se preocupará por el problema en lugar de nosotros, permitiéndonos dormir tranquilamente. Cuando despiertes, lo harás sin preocupaciones, se las habrá quedado el muñequito.

Estos muñecos  diminutos están fabricados a mano a partir de una base de madera o alambre, con ropa de algodón y cartón para la cara, aunque también pueden estar hechos de barro. Los muñecos quitapenas se suelen vender en las ferias, mercados y puestos de artesanías; son un elemento muy popular de la cultura guatemalteca.

Este tipo de muñecas quitapena también son populares en México, ya que son una tradición muy antigua Maya.

Instrucciones:

  • Si es regalada mejor
  • Concentrarse en la preocupación o pena al momento de acostarse.
  • Contarle a la muñeca lo que queremos que se lleve.
  • Colocar la quitapenas debajo de la almohada.
  • Unas caricias en la pancita de la muñeca para que no le duelan a ella tus penas y por la mañana, habrán desaparecido.

Para tener la posibilidad de obtener eso “muñecos mágicos” hay que viajar a Antigua Guatemala, una hermosa localidad colonial que se localiza a 42 kilómetros al suroccidente de la ciudad capital de Guatemala.

Aproveché mi andar para comprar un manojo de quitapenas que tradicionalmente eran muñequitas con faldas y me encontré unas muy coquetas con pantalones.

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“Los muñecos quitapenas quitan las penas que tengo, se las cuento muy bajito y me las curan en silencio. Y debajo de mi almohada duermen siempre mis muñecos y si tengo alguna pena yo sin ella me despierto. Y yo que nunca creí en amuletos ni hechiceros, explícame qué hago yo contando penas a muñecos.” canción de Tontxu